Quicena y El Castillo de Montearagón (Huesca) : Historia y cultura de un pueblo
Quicena
Histórica y Cultural

Época Musulmana


Los visigodos, dejaron en Huesca escasa huella, siendo dominados por los musulmanes, que la bautizaron como Wasqa y levantaron las actuales murallas, cuyos restos aún se conservan en parte, a causa del hostigamiento al que les sometían los guerreros del norte. El más conocido,
Roldán, dejó patente su leyenda en las cercanías de la ciudad, en el famoso Salto que preside su horizonte.

En Quicena no hay restos de esta época. Sólo se sabe por escritos, que la Iglesia actual del Castilllo de Montearagón se asentó sobre una iglesia mozárabe  y que a los pies del cerro de Montearagón, hubo en su día, una
villa musulmana.

El Castillo de Monteragón, llamado en tiempos Real Casa de Jesús Nazareno de Montearagón, se dice que pudo asentarse allí el primitivo monasterio de San Victorián de Asán o Asanense, que tras la invasión mususlmana desaparecería, edificándose más tarde al pie de la Peña Montañesa, en tierras de Sobrarbe. Textos musulmanes afirman que el "Monte de Aragón" era famoso entre los cristianos.

En 1266, el Obispo de Huesca (Domingo de Sola: 1253-1289) expulsó a los mudéjares de Quice
na.

A pesar de que la bibliografía y la tradición otorgan al "
Puente-acueducto de las Canales" un origen romano, no existe el más mínimo indicio arqueológico de esta cronología antigua. Tanto su pertenencia a un sistema de acequias, como el de La Ribera, de origen medieval sin duda, como las técnicas de talla y las dimensiones de los sillares originales del arco occidental apuntan a una obra andalusí que seguiría en uso durante la Edad Media cristiana y parte de Época Moderna hasta su sustitución por el mencionado puente-acueducto de Las Canales.