Quicena y El Castillo de Montearagón (Huesca) : Historia y cultura de un pueblo
Quicena
Histórica y Cultural

Edad Contemporánea

 

Edad Contemporánea es el nombre con el que se designa el periodo histórico comprendido entre la Revolución francesa (1789) y la actualidad.

En Huesca:

Siglo XIX. La Guerra de la Independencia Española en Huesca se sucedió con el asesinato en junio de 1808 el coronel Antonio Clavería, corregidor. Durante los Sitios, fuerzas oscenses participaron en la defensa de Zaragoza. El periodo de dominio francés en la ciudad se extendió de 1809 a 1813. La ciudad fue constituida como capital de provincia durante la división provincial de 1833.

Durante la Primera Guerra Carlista tuvo lugar una batalla ante la ciudad entre las tropas isabelinas y las carlistas de la Expedición Real que se dirigió de Navarra a Cataluña y que acabaron de ocupar la ciudad. Los carlistas vencieron al general Iribarren que murió a resultas de sus heridas durante la batalla.

En 1845 desapareció la Universidad de Huesca, cinco siglos después de su fundación. En el mismo edificio se creó el actual Museo de Huesca. Durante la desamortización Huesca perdió, como las demás ciudades españolas, su carácter conventual. Desaparecieron muchos conventos masculinos, recibiendo sus edificios y solares para usos civiles: Diputación Provincial, cárcel, manicomio etc.

En 1848 el republicano oscense Manuel Abad y seis de sus compañeros fueron fusilados en Huesca, tras los acontecimientos revolucionarios de ese año. En 1864 llegó por primera vez el ferrocarril a la ciudad.

Siglo XX. Se urbanizó El Coso Bajo en 1914 y Huesca superó por primera vez los 10 000 habitantes a comienzos del siglo XX. El escritor Ramón J. Sender fue durante estos años redactor del periódico oscense "La Tierra" y su hermano Manuel Sender, que fue alcalde de Huesca durante la II República donde murió fusilado al comienzo de la Guerra Civil.

En el primer tercio de este siglo se construyeron los principales monumentos como el casino, una de las principales obras del modernismo oscense, la plaza de toros, en el mismo lugar donde estaban desde el medievo, el Campo del Toro, un gran edificio rectangular dedicado igualmente a espectáculos taurinos o la creación del parque municipal Miguel Servet, el pulmón de la ciudad, en el mismo espacio que ocuparon en el siglo XVII los jardines de Lastanosa. También se crea en 1933 Radio Huesca.

Guerra civil y dictadura franquista

Durante la Guerra Civil Española, Huesca capital se alzó en 1936 contra la República y fue cercada por el ejército republicano, mientras que el frente se estabilizó en el río Gállego. En marzo de 1938 el frente aragonés se hundió y la ciudad fue aplastada por las fuerzas franquistas. Al finalizar la guerra, la Dirección General de Regiones Devastadas creada por el Régimen de Franco reconstruyó Banariés, Huerrios , Banastás, Igriés y Lascasas (las dos primeras poblaciones son en la actualidad núcleos de población del municipio de Huesca).

En 1949 se fundó el Instituto de Estudios Oscenses (desde 1977 Instituto de Estudios Altoaragoneses). Pertenece a la Diputación Provincial de Huesca, se encargó de editar gran número de publicaciones y realizó actividades de investigación y difusión sobre la cultura altoaragonesa.

Desde la posguerra hasta mediados de los años 1970 Huesca duplicó su población a causa sobre todo del éxodo rural lo que hizo que su espacio urbano aumentó considerablemente.

Democracia y siglo XXI

En 1979 se celebraron las primeras elecciones democráticas y el primer ayuntamiento democrático fue de UCD. Desde entonces ha habido alcaldes del PSOE, PAR y PP. También ha habido grandes acontecimientos deportivos y culturales como en 1983, cuando el CB Peñas Huesca militó en la liga ACB o en 2007, cuando la SD Huesca llegó a Segunda división de fútbol.

Otros hechos fueron la creación de la comarca la Hoya de Huesca, el nacimiento del Diario del Altoaragón, la apertura de la línea AVE Huesca-Madrid o la creación del aeropuerto de Huesca.

En Quicena:

Destacable en esta época fue la Desamortización de Mendizábal en 1835. El Castillo de Montearagón fue vendido por una cantidad mínima y poco después sufrió un incendio que provocó importantes desperfectos así como su abandono definitivo y degradación. Las tumbas de Alfonso I el Batallador y el abad Fernando fueron a la Iglesia de San Pedro el Viejo.

El pueblo de Quicena vivió intensamente el periodo de la Guerra Civil (1936-1939), tanto el Castillo de Montearagón como la Ermita de San Pedro Mártir, sirvieron de refugio a milicianos de ambos bandos en la contienda.

Con la llegada de las primeras elecciones democráticas en 1979, el primer ayuntamiento de Quicena se formó con el partido Unión de Centro Democrático (UCD).

A finales del siglo XX y principios del XXI se han ido acometiendo obras con diferentes fines que han hecho que el pueblo de Quicena haya crecido en población, servicios e infraestructuras.