Quicena y El Castillo de Montearagón (Huesca) : Historia y cultura de un pueblo
Quicena
Histórica y Cultural

Fortín de Quicena


Vestigios de una pequeña posición republicana situada a media ladera con orientación sureste para controlar el río Flumen y el paso de Estrecho Quinto.

En un principio el entorno formaba parte de la posición defensiva nacional de Estrecho Quinto, constituida por Montearagón, Quicena, Loporzano y las alturas de Tierz.

Posteriormente el fortín formó parte del primer cinturón defensivo republicano alrededor de Huesca en lo que se conoce como el “Cerco de Huesca”.

 

El objetivo de su construcción, junto con el Búnker de Montearagón, mandados construir por el coronel Villalba, fue el control de la carretera de Barbastro, uno de los accesos más importantes a la ciudad de Huesca durante la lucha armada.

Los restos fueron construidos con hormigón armado, ladrillo y piedras del entorno, conservándose un pequeño fortín o nido de ametralladoras de planta cuadrangular al que se accedía mediante una abertura en arco de medio punto y en cuyo interior se abrieron varias aspilleras.